Vampiros
Iquique me debe un amor… yo le debo otro. Le dije que el verso era parte de un poema mío, pero no me creyó. Finalmente accedió a que me lo recitara con su vocecita profunda y exquisitamente cuica.
Ya en el taxi, le preguntaba repetidamente
—¿cuál es la verdad?— hasta que la besé.
—Tú estás pololeando— me dijo como afirmando y preguntando, reticente y rendida.
Llegamos a la puerta de su casa frente a las olas furiosas de Playa Brava; se bajó del taxi sin invitarme a entrar. Al parecer, sabía de vampiros.
Ya en el taxi, le preguntaba repetidamente
—¿cuál es la verdad?— hasta que la besé.
—Tú estás pololeando— me dijo como afirmando y preguntando, reticente y rendida.
Llegamos a la puerta de su casa frente a las olas furiosas de Playa Brava; se bajó del taxi sin invitarme a entrar. Al parecer, sabía de vampiros.
Etiquetas: "The Tale Were Told"
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